El pasado domingo acabaron una de las dos fiestas patronales que hay en Torrelodones, las fiestas de la Virgen del Carmen. Cada año nos queda un poco esa sensación de satisfacción por lo que ha salido bien, y frustración – a pesar del enorme trabajo que suponen- de que podía haber salido mejor. Pero, sin duda, estas han sido unas muy buenas fiestas.
Nuestro objetivo con las fiestas es que sean de marcado carácter familiar, que respeten la convivencia y que sirvan de esparcimiento para todos. Objetivos nada nimios, por cierto.
Por primera vez creamos una comisión de trabajo en la que han participado partidos políticos, peñas, asociaciones, clubes… para la elaboración de un concepto de fiestas basado en tres coordenadas muy claras: la económica (había un presupuesto limitado y sensato); lo legal (hay que respetar todas las normas de horarios, ruidos, etc.); y de convivencia, siempre la más difícil de gestionar. La participación de todos estos agentes dio como resultado un programa consensuado, muy pensado y muy completo.
Torrelodones tiene muy claro que no quiere fiestas masivas, de botellón, broncas, peleas y enfrentamientos. Pero, además, para nosotros es clave el equilibrio entre la diversión y el descanso de los vecinos al tiempo que hay que apoyar el negocio y el comercio local. Tarea nada fácil.
Las fiestas son para todos y bajo esta premisa todo nuestro trabajo ha ido dirigido a gestionar todas las variantes que lo hicieran posible. Fiestas para todos los públicos, todas las edades… juegos para los más pequeños y también para los grandes, concursos, atracciones, torneos, celebraciones religiosas, etc. Especial esfuerzo hemos puesto este año, y mantendremos, de potenciar el talento local contando con grupos musicales y artísticos de nuestro municipio que han demostrado tener un nivel y una calidad de lujo.
Como cada año, el principal obstáculo ha sido encontrar el equilibrio entre los que se quieren divertir sin límite ni educación y los que quieren (necesitan) descansar. Tenemos claro que hay espacio para todos siempre y cuando se tenga muy presente cuáles son los límites: cero violencia, cero agresividad, cero destrozos. Para eso es fundamental el respeto. Aunque todavía tenemos ciudadanos que no han entendido esto último sí creemos que Torrelodones está avanzando, y mucho, en el concepto de fiestas más abiertas, más sanas y más coherentes con el municipio que queremos ser.