Un paseo por la infancia en Torrelodones

Parece que a nuestra sociedad actual le cuesta dejar a los niños ser niños. Parece que no tuvieran ningún valor en sí mismos; o son un proyecto de adulto o no son nada. Siempre les enseñamos cosas útiles para el día de mañana, pero ¿qué pasa con el día de hoy? ¿solo sirven como proyecto? Demos un paseo por la infancia.
El próximo mes de junio, Torrelodones contará con su I Plan de Infancia, tras más de 2 años de intenso y minucioso trabajo realizado de manera coordinada por todas las concejalías del Ayuntamiento; un plan que definirá los objetivos y actuaciones centradas en la infancia para los próximos 3 años de legislatura.
Es mucho lo que se hace y tocaba ordenarlo, visibilizando el trabajo y, sobre todo, situando a la infancia como prioridad de nuestras políticas. Desde Medio Ambiente a Seguridad, pasando por Hacienda o Cultura, Movilidad o Educación, Deportes y Juventud. En definitiva, situar a la infancia en un eje central, ya que como dice el maestro Francesco Tonucci: «una ciudad buena para los niños, es una ciudad buena para todos».

Teniendo claro el objetivo, y una vez coordinado el trabajo técnico, tocaba dar paso a los protagonistas: los niños y las niñas de Torrelodones. Atendiendo al artículo 12 de la Convención de los derechos de los niños, 1. Los Estados Partes garantizarán al niño que esté en condiciones de formarse un juicio propio y el derecho de expresar su opinión libremente en todos los asuntos que les afectan, teniéndose debidamente en cuenta sus opiniones, en función de su edad y madurez.
Paso a paso hemos ido dándoles espacio en la vida municipal, institucionalizando los plenos infantiles que celebramos anualmente y a los que acuden representantes de todos los centros de primaria del municipio.

Unos plenos trabajados por las niñas y los niños en sus aulas, que nos permiten a todos dimensionar aspectos tan importantes como el medio ambiente, la cultura, el deporte o la seguridad, entre otros. Es alentador ver cómo proponen, consultan y critican con total transparencia, de manera clara y concisa, sin tapujos ni miramientos y de una forma realmente positiva. La verdad es que no queremos renunciar a esa experiencia tan tentadora de volver a descubrir el mundo a través de los ojos de los niños y a mirar las cosas de otra manera, despojadas de prejuicios y de ideas preconcebidas.No es mala idea escuchar y atender a los niños, no sea que todavía quede algo por aprender de aquellos que están aprendiendo.
Ellos viven Torrelodones, en muchos casos mucho más tiempo que sus progenitores, y son nuestros más agudos examinadores. ¿Quién mejor que ellos para definir sus espacios, sus itinerarios o sus necesidades de ocio? Volviendo a Tonucci, tenemos muy presente su máxima: “Un niño acompañado es un asunto privado. Un niño solo es un asunto colectivo”. Y ahí estamos. Transformando Torrelodones y adaptándolo a las necesidades infantiles, que son claras y requieren de nuestro compromiso para llevarlas a cabo. Es preciso devolver la calle y el aire libre a los niños, donde el viento, el sol, la lluvia, los árboles, los charcos o las lagartijas se convierten en la pizarra de la vida.
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Aún queda mucho camino que recorrer. Aprobar el I Plan de Infancia será un paso importante, pero sin duda el gran reto está aún por llegar: conseguir una participación real de la infancia más allá de los actos institucionalizados, y conseguir que sus padres y madres entiendan lo importante que son sus opiniones en nuestra agenda diaria. Solo los niños identifican lo poco que saben los adultos sobre los niños, aunque lo olvidan justo a tiempo para no recordarlo cuando se convierten en adultos.
«La desaparición de los niños de las calles afecta mucho a la ciudad. Una ciudad sin niños es peor», apunta Tonucci, quien resalta que «los adultos somos peores si no nos controlan los niños, peores como personas, como conductores, etc. y la ciudad se hace más insegura». Paradójicamente, «no dejamos salir solos a los niños, pero la calle es peligrosa porque no hay niños».
La infancia es la semilla del futuro y, en Torrelodones queremos dadles tierra fértil para arraigarse y crecer.