Queridos afiliados y afiliadas,
Desde esta carta abierta, quiero expresar mi sentimientos más profundos.
Desde hace más de una semana, no hay un minuto de mi tiempo que no esté pensando si podría hacer algo más, si podría atenderos de otras maneras, si podría dar más de mi… Todos estamos atravesando uno de los momentos más difíciles de nuestra vida, en el sentido más amplio: humano, económico, de responsabilidad…
Y os aseguro que es un reto al que, al menos yo, nunca pensé que tendría que enfrentarme ni me imaginé cuando tomé la decisión de presentarme a la alcaldía de Torrelodones.
Pero he conseguido llegar a una conclusión: en este entorno voluble y cambiante que estamos viviendo, sólo puedo ofrecer tres cosas: todo mi tiempo, toda mi energía y la determinación de salir de esto juntos.
Tengo la suerte de no estar solo. Cuento con un equipo de Gobierno que, contra viento y marea, se están dejando la piel mucho más allá del deber; con un partido detrás que me apoya (afiliados, Ejecutiva…); hemos encontrado una colaboración máxima en la inmensa mayoría de los miembros de la oposición, con los que, en la medida de lo posible, estamos contando.
Pero, sobre todo, tengo un pueblo del que me enorgullezco. No voy a negaros que siento una enorme responsabilidad, pero también un gran orgullo de pertenencia. No puedo estar más orgulloso de Torrelodones y de mis vecinos y vecinas.
Estoy seguro de que, como Ayuntamiento, reaccionamos con máxima rapidez: cerramos instalaciones con un bando que adelantaba muchas de las medidas que llegarían sólo un día después con el Estado de Alarma; implementamos, en menos de 48 horas, un sistema de teletrabajo inédito hasta este momento en el consistorio, manteniendo una comunicación fluida y transparente con los vecinos.
Se sostuvo y se sigue sosteniendo un ritmo de trabajo del Ayuntamiento que me permito calificar de absolutamente cotidiano, a pesar de los lógicos problemas técnicos iniciales, de las razonables “curvas de aprendizaje” y de que empezaron a aparecer los primeros contagiados tanto entre trabajadores como dentro del propio equipo de Gobierno y de la oposición… Aprovecho para, desde aquí, enviar un mensaje de ánimo muy especial para Antonio Iraizoz, concejal de Ciudadanos, que está peleando como un campeón contra el maldito COVID-19.
El mérito es de todos
Pero todo esto no tiene mérito porque es un deber que aceptamos el día que fuimos investidos tras las elecciones del pasado mes de mayo.
El mérito lo tienen los vecinos y vecinas que vieron cómo, de un día para otro, su vida cambiaba por completo, quedándose en casa, aguantando este confinamiento que a veces se hace difícil pero que es la única forma posible de “frenar la curva”.
El mérito lo tienen los niños que están estudiando en sus casas, comunicándose con sus profesores por email, por Hangouts o por el medio que sea y de los profesores que mantienen un ritmo inédito de enseñanza a distancia.
El mérito es el del personal del Ayuntamiento: habilitados, técnicos de las diferentes áreas, Registro, Tesorería, Personal, Atención al Vecino, Contratación, Informática…
Grande el mérito también de policías y guardias civiles que mantienen nuestras calles libres de esos poquitos insolidarios que deciden saltarse los límites.
De los servicios de limpieza y recogida de basura que, a su trabajo diario, han unido la desinfección de las zonas de mayor afluencia: centro de salud, hospital, farmacias, supermercados, tiendas, paradas de autobús, estación de tren…
De los conductores de nuestros autobuses, que siguen haciendo sus rutas (con menor frecuencia), pero que permiten a aquellos que lo necesitan seguir conectados.
El mérito lo tienen los que siguen trabajando para que nuestro pueblo no se pare por completo: los comerciantes que abren sus puertas cada día extremando las medidas de seguridad, los farmacéuticos, los reponedores, los mensajeros… y de todos los dependientes que, día tras día, están ahí para atendernos.
Es mérito también el de los hosteleros, obligados a cerrar sus puertas, y muchos de ellos a reinventarse, como puede verse en la iniciativa que hemos puesto en marcha en el Ayuntamiento: Valientes a domicilio.
Lo tienen los agricultores, los periodistas, los informáticos, los que pueden teletrabajar y los que no (pero respetan todas las recomendaciones sanitarias) …
El mérito es de nuestros mayores que están dando un ejemplo de tolerancia y resiliencia, que son los que menos se quejan (los sabemos por nuestros técnicos de servicios sociales que mantienen los servicios de ayuda a domicilio y teleasistencia y que hablan con muchos de ellos a diario).
Mérito tienen todos los que nos contactan (por teléfono, por WhatsApp, por redes sociales…) para ofrecernos cualquier tipo de ayuda: tiempo, sus propias casas, mascarillas que sobraron en una clínica o, simplemente, sus ánimos. A todos los necesitamos.
Tantos y tantas… Y, por supuesto, el mérito de los grandes protagonistas de este momento: los sanitarios. No voy a insistir en algo que se ha dicho en todos los niveles de la sociedad. Son ellos y ellas los grandes héroes de esta pandemia. Gracias especiales a Fátima Bermejo, responsable del Centro de Salud de Torrelodones, a la que apenas conocía y que ahora parece una más de la familia: todo es ayuda, colaboración, transparencia, disponibilidad… ¡Gracias, compañera!
Muy orgullosos
En resumen: estoy muy orgulloso de mi pueblo, de todos mis vecinos y vecinas y de cómo estamos trabajando codo a codo para salir de esta gran prueba.
Me tenéis en Alcaldía cada día y en redes sociales mañana, tarde y noche (a veces más de lo que a mi familia le gustaría), velando por el cumplimiento de las restricciones de movilidad en la ciudad, intentando (mientras las fuerzas me acompañen) atender a todos los vecinos que pueda, o dirigiéndoles a los servicios municipales que están funcionando de maravilla.
Os animo a que mandemos todas nuestras energías a:
- Policía y Protección Civil, inasequibles al desaliento.
- Servicios Sociales, no sólo manteniendo su nivel de calidad, sino incrementando sus servicios y su control de la población en situación de riesgo.
- Atención Vecinal, que ha incrementado su horario para poder atender también por las tardes.
- Medio Ambiente, manteniendo la limpieza de nuestras calles y, como decía antes, ahora también desinfectando.
- Y el resto de los servicios, bien manteniendo el ritmo con teletrabajo (urbanismo, registro, padrón, tesorería…) o bien reinventándose por estar cancelados (profesores del polideportivo preparando tablas para distribuir, monitores de juventud ejerciendo de voluntarios…)
Y hay que seguir. Los primeros días fueron de contención. Después llegó la necesidad de centrarnos en lo social. Ahora (y sin dejar de atender los aspectos anteriores) nos tendremos que ocupar también de lo económico, preparando un plan para la recuperación de nuestro tejido empresarial, para apoyar a los más desfavorecidos y, en general, para volver a poner nuestro pueblo en movimiento.
Para ello os vamos a necesitar. ¡Juntos somos mucho más fuertes!
Tanto mi equipo como yo estamos a vuestra disposición.
Y mientras, mucho ánimo y buena suerte a todos y a todas.