Vecinos por Torrelodones

Pero… ¿Qué es esto de la gestión presupuestaria? La mayoría de las personas consideramos que los asuntos económicos y presupuestarios son algo técnico, complejo e incluso oscuro, que no alcanzamos a comprender. Es cierto que puede llegar a serlo, pero también es verdad que buena parte de la dificultad radica en el empleo de un […]

Gestión presupuestaria en Torrelodones
Pero… ¿Qué es esto de la gestión presupuestaria? La mayoría de las personas consideramos que los asuntos económicos y presupuestarios son algo técnico, complejo e incluso oscuro, que no alcanzamos a comprender. Es cierto que puede llegar a serlo, pero también es verdad que buena parte de la dificultad radica en el empleo de un lenguaje profesional que deja fuera a muchos lectores. Para que no sea así, trataremos de explicarlo con un lenguaje sencillo.
Uno de los elementos que más caracteriza la gestión presupuestaria de Vecinos por Torrelodones es la prudencia. El programa electoral con el que el partido concurrió a las elecciones de 2011 no prometía rebajas fiscales, sino simplemente el compromiso de mantener el tipo impositivo del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), principal fuente de ingresos del Ayuntamiento. Ante el desconocimiento de la situación real de las cuentas y, más concretamente, de posibles gastos pendientes de abonar, lo oportuno parecía mantener una posición de cautela.
Una vez llegados al gobierno municipal y con la limitación de que una administración no se puede modificar por completo para crearla desde cero, el primer paso fue analizar y cuestionar cada uno de los principales gastos con el fin de valorar la aportación que hacían a la mejora del bienestar en el municipio y si su importe se correspondía con precios de mercado. Aquello lo denominamos “gestión orientada al ahorro”.
El mismo año de las elecciones, el Ayuntamiento logró cerrar sus cuentas con un superávit presupuestario de 5,3 millones de euros y un remanente de tesorería para el siguiente año de 4,9 millones. El superávit tuvo su origen, por un lado, en esa gestión orientada al ahorro, que permitió recortar los gastos un 10,3% respecto a los 26,1 millones del presupuesto definitivo. Ahora bien, el predominio de viviendas unifamiliares y su dispersión en varios núcleos genera lo que los expertos llaman deseconomías de densidad que dificultan la prestación de determinados servicios y la conservación de las infraestructuras a un menor coste. Esa realidad urbana incrementa los gastos en la recogida de basura, la limpieza de calle, el mantenimiento de viales y aceras, el transporte urbano, etc. Gestión presupuestaria en Torrelodones
Seamos realistas: vivimos en un municipio que es caro de mantener. Sin embargo, a pesar de esas limitaciones, ha habido medidas que han sido reconocidas como buena práctica en distintos foros de políticas urbanas, al margen de su difusión en prensa y televisión. A esas medidas de ahorro se unió un comportamiento positivo de los ingresos, de tal forma que los 27,7 millones estimados en el presupuesto se incrementaron un 7,9%. Prueba de lo sorprendente del resultado presupuestario obtenido es que, en los cuatro años anteriores, el superávit de mayor cuantía había sido de 2,1 millones, si bien en el mismo 2010 se había cerrado con déficit.
La obtención de superávit llegó a ser noticia en muchos medios de comunicación, tanto nacionales como internacionales, en los que se destacaba que un partido independiente, surgido de un movimiento social, lograse dichas cifras en sus primeros seis meses de gobierno, todo ello sin recortar ni privatizar servicios, sino simplemente tomando medidas de racionalización y control del gasto.
Además, este proceso de ajuste del gasto se realizó en un marco general de reducción de transferencias por parte de la Comunidad Autónoma y de asunción de numerosas competencias impropias. Torrelodones, como algunos otros Ayuntamientos, han ido asumiendo algunas competencias que no les son propias simplemente porque las administraciones que sí lo son no se han ido haciendo cargo de sus responsabilidades. Es el caso de las becas para gastos escolares que el municipio ofrece y que antes financiaba la Comunidad de Madrid.
Estos tres elementos – cuestionamiento generalizado y continuo de los gastos, comportamientos positivos de los ingresos y uso de la buena situación económica municipal para continuar prestando unos servicios amplios, de calidad e incluso más allá de sus competencias-, han sido una constante en la actuación de Vecinos por Torrelodones desde que gobierna.
Gestión presupuestaria en TorrelodonesPor otra parte, el gobierno de Vecinos por Torrelodones ha declarado siempre su intención de lograr una reducción sustancial del endeudamiento municipal. El objetivo político consistía en reducir significativamente la deuda como forma de reducir las cantidades que anualmente se debían destinar a su devolución, así como al pago de los intereses. A partir de ahí sería más fácil abordar rebajas fiscales y/o programas de gasto e inversión.
Así se ha ido aprovechando una parte de los superávit generados para amortizar anticipadamente deuda. De esa forma es como se ha podido pasar de un endeudamiento de 13,3 millones de euros existentes al inicio del ejercicio 2011 a los 4,6 millones con los que se ha cerrado el ejercicio 2016. De cada 3€ que debíamos en 2011 ahora tan solo debemos 1€. De cada 603€ que cada vecino del municipio debía a los bancos, ahora solo tenemos una carga de 195€. De necesitar toda la recaudación de IBI de un año y medio para cancelar la deuda, ahora nos bastaría con medio recibo. Esa situación saneada es la que nos permite poder emplear el endeudamiento como una variable más de la política municipal para poder continuar dotando de infraestructuras y equipamientos al municipio.
La forma de gestionar de Vecinos por Torrelodones realmente no ha sido muy diferente a la que cualquiera de nosotros hubiésemos empleado en nuestras familias en una situación de dificultades: cuestionar los gastos, dedicar los recursos a cubrir las necesidades más perentorias de nuestra familia y utilizar los remanentes para cancelar nuestras deudas, así como para hacer en casa aquellas reformas más básicas o que nos permitiesen reducir los gastos, como por ejemplo invertir en bombillas de bajo consumo o cambiar las ventanas de nuestra casa. Pura lógica. Si todo ello se ve favorecido, como así ha sido, porque hemos ganado algo más de lo que habíamos pensado, se produce la cuadratura de lo que parecía imposible en este país: la gestión presupuestaria prudente en los municipios. No queremos decir con ello que nuestra experiencia haya sido la mejor, ni mucho menos la única, pero sí por conocida y reconocida consideramos que es necesario compartirla.

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