Vecinos por Torrelodones

Hoy queremos hablar sobre el transporte público. El uso del transporte público en Torrelodones ha crecido en lo que va de año más de un 60%. ¿Es solo fruto del precio o han influido otras circunstancias? El caso de la ciudad de Tallin o las inesperadas consecuencias del transporte gratuito. Hace tres años la ciudad de […]

Hoy queremos hablar sobre el transporte público. El uso del transporte público en Torrelodones ha crecido en lo que va de año más de un 60%. ¿Es solo fruto del precio o han influido otras circunstancias?
El caso de la ciudad de Tallin o las inesperadas consecuencias del transporte gratuito.
Hace tres años la ciudad de Tallin (Estonia) se erigió como icono al anunciar que su transporte público (buses y tranvías) sería gratuito.  Tallin es un ejemplo recurrente para quienes exigen transporte gratuito como un servicio equiparable a la sanidad o la educación. La consultora especializada en transporte Ecomovilidad  realizó un breve análisis de la medida, arrojando sorpresas que no se esperaban cuando se adoptó en 2013, ya que puso de manifiesto las connotaciones negativas de la medida.

Un cambio de hábitos inexistente
El informe reveló que el transporte gratuito no hizo que la gente dejara sus coches para subirse al bus, ni que los atascos desaparecieran. Según un estudio del Real Instituto de Tecnología de Suecia  no se percibieron diferencias en la intensidad viaria. El número de pasajeros creció un modesto 3%, y atribuye el aumento a otras mejoras, como nuevos carriles bus. El informe concluye que la gratuidad ayudó a elevar únicamente un 1,2% el número de viajeros.
Este dato no debería sorprendernos. El factor precio no es determinante en la preferencia del automóvil frente al transporte público, teniendo mucho más peso razones como el coste en tiempo del viaje, la comodidad del mismo o la disponibilidad del vehículo propio. La frase de “con el precio del abono me muevo un mes en coche” es una falacia que sólo sirve para tranquilizar conciencias y reafirmar una decisión personal. Por este motivo, eliminar el coste del transporte público no modifica la elección modal del usuario. Resulta más efectivo penalizar el uso del coche que regalar el transporte público a la hora de favorecer este último.
A falta de conductores que dejen su coche en casa, el único cambio de hábito realmente percibido es el de peatones que optan por el transporte público en trayectos cortos. ¿Nos suena? Es uno de los efectos de la bici pública, de la peatonalización, de la ampliación de las aceras, de la creación de espacios públicos, etc.
Empadronamiento masivo para acogerse al transporte gratuito
La gratuidad estonia no ha traído cambios en la movilidad, pero sí en otros aspectos. Para ser beneficiario de la tarifa gratuita es necesario estar empadronado en Tallin y pagar impuestos en la ciudad. Como resultado, el número de nuevos registros en el padrón se triplicó en 2013, pues toda los habitantes de la periferia de la ciudad hicieron lo posible por empadronarse, así como todos aquellos que vivían en la ciudad sin estar empadronados. La municipalidad estima en 10M€ el aumento de las aportaciones tributarias, cifra no muy lejana a los 12M€ que se deja de ingresar por  tarifas de transporte. Sobre este punto, la tasa de cobertura de la capital estonia era muy pobre, apenas el 23%, por lo que el paso a dejarlo gratis para su población tenía un coste público bajo.

Lecciones aprendidas y camino a seguir
Una de las conclusiones clave del estudio sí puede servir de ejemplo para muchas ciudades. Los barrios con mayores desigualdades sociales han captado más viajeros, hasta un 10% en algunas zonas degradadas, una muestra de hasta qué punto las tarifas del transporte suponen una barrera insalvable para algunos sectores de la población. La administración tiene que garantizar el derecho a la movilidad reduciendo o eliminando la barrera tarifaria a quienes no puedan asumirla. La receta: tarifas integradas y flexibles que acojan a todos los sectores, y planificación de la red centrada en los intereses del viajero.
Al hilo, podemos afirmar que, en Torrelodones, el importante crecimiento del uso del transporte público no se debe exclusivamente al abono joven puesto en marcha por la Comunidad de Madrid, sino que han influido en ello otras causas como son la mejora de los itinerarios, la rapidez y la frecuencia. Y en es en ello en lo que debemos seguir insistiendo.
 

Publicaciones relacionadas