Son las 8:00 en punto de la mañana y un equipo de tres trabajadores del servicio de limpieza del Ayuntamiento de Torrelodones inicia la tarea del día. No es una tarea más sino una tarea absolutamente innecesaria. Innecesaria si tuviéramos la suerte de tener una parte de la población educada correctamente en el concepto del bien común, ese que te dice que tus límites empiezan donde acaban los de tu vecino.
La psicología humana es infinita, infinita y compleja, pero la educación más básica, más primaría debería estar en nuestro ADN como humanos; pero no, no la tenemos. Así que hay que buscarla fuera. Hay un dicho que afirma que la educación de un niño es tarea de toda la tribu, pero deberíamos preguntarnos si la tribu está preparada para educar. Si nos remitimos a los hechos, nos podrían surgir dudas. Muchas dudas.
Con este previo, volvemos al retén de trabajadores del ayuntamiento de Torrelodones que hoy le ha tocado trabajar con decapantes de alta toxicidad, tanto para ellos como para el terreno en el que van a caer; con hidrolimpiadoras de enorme potencia que degradan los bloques de granito o intervenir en lugares de difícil y complicado acceso ¿De qué estamos hablando?
Hablamos de sentido común, de responsabilidad, de educación. Hablamos de la lacra económica y medioambiental que suponen los garabatos de insensatos e insensatas en nuestro espacio común; hablamos de esos borrones, mamarrachadas y tontunas varias de especímenes (no nos atrevamos a llamarles personas) que se dedican a manejar sus complejos, sus inseguridades, sus traumas y su mentecatez en las paredes, rocas, muros, vallas, marquesinas y demás espacios públicos – y por lo tanto de todos- de nuestro municipio.
La estupidez cuesta más de 30.000€ anuales
No es la primera vez que hablamos en esta ventana del tema del vandalismo estúpido. Pero no por ello debemos darlo por perdido. Estas semanas, Medioambiente está haciendo nuevas intervenciones en distintos puntos de Torrelodones: Parque Floridablanca, muros del polideportivo, bancos del instituto… La estupidez nos cuesta a todos entre 30.000 y 40.000 euros anuales, porque todos los años tenemos que intervenir. Miles de euros que podrían dedicarse a otros fines mucho más necesarios y urgentes, más útiles y sensatos.
Y no estamos hablando de arte urbano. De eso sabemos un montón en Torrelodones porque hemos dado y damos cabida a verdaderos artistas del arte urbano (no confundir con mentecatos) que embellecen esos espacios públicos y favorecen el lenguaje cotidiano. Estamos hablando de Boamistura, Suso33, lago Eireos, Jay Kaes, Alonso Murillo, Munary Art, Rider Art, Rafael Pérez y Antonio Martínez Gálvez…
Decididamente, queremos a los mamarrachos fuera de nuestras calles. Si tienen que pintar, que lo hagan en cuadernos o en las paredes de sus casas. Exigimos que nuestras intervenciones artísticas sean inteligentes y útiles para crear un Torrelodones aún más bello de lo que ya es por naturaleza.
Exigimos a los aprendices de irresponsables que cesen en su empeño de destruir nuestras calles, nuestro entorno, nuestro pueblo. Para ello, podemos hacer dos cosas: la primera, denunciar siempre que veamos comportamientos incívicos. Los teléfonos de la Policía Municipal siempre a mano: 092 / 91 856 21 21 / 91 859 40 85 puede ayudarnos; dos, pasar la voz de lo enfadados que nos tiene el temita de marras, para que los que andan coqueteando con sprays y rotuladores sepan que los estamos viendo.
Contamos contigo.