En esta nueva entrada, entrevistamos a Alfredo García Plata, alcalde de Torrelodones desde junio de 2019. Como hicimos en otra etapa del blog de Vecinos por Torrelodones, mensualmente charlaremos con los miembros del nuevo equipo de gobierno para conocerlos un poco más en profundidad, tanto personal como profesionalmente.
Aparentar no es lo propio de Alfredo García Plata. No tiene un doblez. Su fuerte son las distancias cortas, la cercanía en el trato… Algo que se puede entrenar pero que en su caso es innato, lo trae de fábrica. Rezuma autenticidad por los cuatro costados y lo único falso que parece haber en él es su apariencia caucásica: piel blanca, ojos azules, un metro noventa centímetros de altura…
Y es que nació en Madrid y por sus venas corre sangre extremeña, tierra donde transcurrió gran parte de su niñez.
De verbo atropellado, sabe reírse de si mismo, premisa básica del verdadero humor. “Con mis problemas para pronunciar la erre sólo se me ocurre a mí venirme a vivir a Torrelodones”, señala entre risas. Es Alfredo García Plata, alcalde de Torrelodones
¿Desde cuándo vives en Torrelodones?
Desde 1999. Llegue con la que entonces era mi novia y le pedí matrimonio en el terreno que compramos para construir nuestra casa. Y como me dijo que sí, aquí nos quedamos; y aquí hemos tenido a nuestros cinco hijos.
Cinco hijos… Eso ya no es muy habitual.
No sé si es habitual o no, pero a mí me encanta los niños y siempre he tenido claro que quería ser padre. Ahora, si soy buen padre o no, lo tienen que juzgar mis hijos. Para mí, los cuatro pilares de la vida son la familia, los amigos, el deporte y la música.
¿Qué opinan tus hijos de tu salto a la política?
Creo que lo ven bien. Las dos mayores, que tienen diecisiete y quince años, son mis mayores críticas. Me hacen una oposición feroz a todos los niveles. Uno es alcalde a tiempo completo, pero hay que conciliar. Estoy intentando blindarme los domingos a toda costa para acompañar a Lucas, que tiene nueve años, a catequesis, y luego tomar algo juntos toda la familia.
¿Te arrepientes de haberte metido en este mundillo?
No, para nada. Esta decisión me ha sacado de mi zona de confort. Me está ayudando a aprender muchas cosas; a hablar en público, por ejemplo. Me está aportando mucho, y encima estoy con un equipo magnífico con el que me divierto y sufro. No es fácil, pero es una gozada.
Lo de divertirse une, pero lo de sufrir juntos, más, ¿no?
Sin duda. Yo conservo a mis amigos de la infancia, algunos de cuando tenía cuatro años, pero eso que dicen que de mayor no se pueden hacer amistades verdaderas, es mentira. Yo en Torrelodones he hecho muy buenos amigos.
Otro de tus pilares vitales es el deporte.
Sí, procuro hacer deporte tres o cuatro días a la semana. Los lunes y miércoles, dejo a los niños en rugby y aprovecho para ponerme en forma con un preparador físico. También me gusta entrenar al rugby con el equipo de veteranos, y salir a correr por nuestro maravilloso entorno el fin de semana.
El deporte me traslada a otro escenario vital. Intento practicarlo en los espacios y tiempos que no afecten a la marcha de la familia. Además, tengo que mantenerme en la frontera de los cien kilos de peso, que ya está bien.
También nombrabas a la música como algo imprescindible en tu vida. ¿A qué te refieres?
Una de las espinitas que tengo clavadas es aprender a tocar la guitarra. En el colegio, no pasé de la flauta dulce y encima no lo hacía muy allá; tengo uno dedos muy grandes… Escucho todo tipo de música, aunque, si me dan a elegir, me quedo con la de los 80 y 90: Radio Futura, Loquillo, Police… ¡Cómo esperábamos el siguiente videoclip de Michael Jackson!
Trabajo en el ayuntamiento
¿Qué te ha sorprendido más en tu día a día?
Creo que sorpresa no es la palabra. Hay que tener en cuenta que todas las personas que actualmente estamos en el equipo de Gobierno llevábamos dos años formándonos, acompañado a nuestros predecesores, conociendo los proyectos en curso y entendiendo las dinámicas del Ayuntamiento. Aunque, una vez dentro lo puedes ver algo diferente. Nos hemos encontrado a un equipo de profesionales con muchas ganas de colaborar. Pienso que estamos encajando muy bien y aportando nuestro granito de arena para conseguir trabajar muy bien en equipo.
¿Qué estilo de gobierno te gustaría mantener a lo largo de la legislatura?
Como ha sido el estilo de gobierno de Vecinos, conciliador, de escucha activa y siempre sobre la máxima de una gestión eficiente. Diálogo y dedicación, esas son dos de las claves fundamentales para mi. Si además conseguimos realizarlo en equipo, tal y como comentaba antes, con todos los concejales, como los profesionales del ayuntamiento… además de conseguir llegar más lejos, disfrutaremos del camino.
La Corporación tiene a representantes de partidos políticos de ámbito nacional, ¿cómo de complicado es abstraerse para mantener el foco en lo municipal y no dejarse arrastrar a batallas que poco o nada aportan a Torrelodones?
No cabe en la cabeza de la gente sensata que se intente utilizar nuestro Plenos para batallitas políticas que poco o nada tienen que ver con el día a día de nuestro Ayuntamiento. Pero cuando los intereses son partidistas y alejados de las necesidades de nuestro municipio, se vive lo que estamos viviendo. Es una irresponsabilidad. Personalmente prefiero dedicar más tiempo a sentarme con los vecinos, a planificar proyectos, a conocer mejor nuestro pueblo y pensar en cómo ir mejorándolo poco a poco.
Además, hay que explicar muy bien a los vecinos qué puede hacer un Ayuntamiento y qué no. Ahí nuestro programa electoral es muy claro. No sólo hablamos de lo que vamos a hacer, sino que también aclaramos lo que no vamos a hacer porque no podemos, porque no es competencia nuestra, aunque nos encantaría. Hay casos que sirven muy bien de ejemplo, como es la avenida Conde de las Almenas (carretera de Hoyo, tramo de la M618 que atraviesa nuestro pueblo). Esa carretera es responsabilidad de la Comunidad de Madrid. Meses de peleas, visitas y dar la tabarra nos costó que la asfaltaran. Pero lo hicieron mal y al poco tiempo se llenó de socavones. ¿Y a quién se quejan los vecinos? Pues a nosotros, claro, y piensan que es falta de interés o de atención. Y nuestra obligación es recoger esas quejas y trasladarlas en modo de presión a la Comunidad que es lo que hemos hecho hasta conseguir que lo volvieran a arreglar.
Lo que hemos prometido hay que cumplirlo
En los próximos meses tenéis previsto que se concluyan actuaciones emblemáticas, como la Caja de la cultura o el campo de rugby-futbol. ¿Cuáles serán los siguientes proyectos que vais a abordar?
Efectivamente, nuestra prioridad es terminar cuanto antes estas obras emblemáticas, que van a aportar mucho a nuestro municipio. En paralelo estamos abordando un plan de mejora de la accesibilidad de nuestras aceras. Nos preocupa mucho la movilidad: un pueblo que camina es también un pueblo en el que las personas con discapacidad o los mayores puedes desplazarse sin dificultades.
Por otro lado, tenemos temas de movilidad: el parking del sector 11 (antiguo vertedero) es un proyecto que creemos puede ayudar a descongestionar de vehículos de larga estancia el centro del pueblo.
Y en la Colonia, donde queremos y vamos a realizar distintas actuaciones. Por supuesto, seguir presionando a la Comunidad de Madrid para que el parking de la estación sea una realidad lo antes posible, pero también mejoras en otras calles.
En definitiva, todo lo que recogemos en nuestro ambicioso programa, 43 compromisos y 13 iniciativas, y tenemos estos 4 años para cumplir nuestras promesas e incorporar además otras demandas que vayamos recibiendo..
Después de unos meses como alcalde, ¿cuál crees que es la percepción que tiene la gente de ti?
Las referencias que tengo son lo que me comentan mis amigos y mi familia; me dicen que se habla de que soy una persona transparente, noble, constante y trabajador. Pero a mí lo que más me gusta es percibir que la gente piensa que genero buen rollo.
Y tú, ¿cómo te ves?
Le doy muchas vueltas a las cosas, lo pienso todo mucho; soy algo desorganizado y digo a todo que sí. Me han propuesto aprender a patinar en el colegio Lourdes, algo que siempre he querido hacer, y allá que voy. Además me tomo todo con mucha intensidad y luego encuentro con que, a veces, me falta tiempo.
El tiempo lo es todo.
Es algo que no puedes comprar, por eso es tan importante aprovecharlo bien. Me arrepiento de no haberlo aprovechado para decirle más cosas a mi madre; de no haber correspondido a algunas personas en su momento; de no haberme organizado mejor, lo que me habría permitido optimizar conocimientos. El tiempo lo es todo, sin duda.
Alfredo, pide un deseo…
Conciliar, en todas sus acepciones.