Tras un paréntesis temporal entre el final de la pasada legislatura y el principio de esta, vuelve el blog de Vecinos por Torrelodones. Este es un foro donde expresar nuestras opiniones y pareceres sobre lo que acontece en nuestro pueblo o para reflexionar sobre determinadas cuestiones de interés general siempre sobre la máxima de que otra forma de hacer política es posible.
Por imperativo de uno de nuestros compromisos (no permanecer en el cargo más de ocho años) la mayor parte de los concejales de VxT que gobernaron durante las dos anteriores legislaturas dieron paso en mayo del pasado año a un equipo nuevo, que tras una corta fase de rodaje ya se encuentra a pleno rendimiento. Son caras nuevas que mantienen el mismo espíritu, la misma filosofía, las mismas inquietudes y las mismas ganas de trabajar por Torrelodones.
Un río siempre es el mismo, pero el agua que lo transita, no. La identidad del río está más en su cauce que en el agua, pero su esencia está en el agua, que al pasar va labrando el cauce. Vecinos por Torrelodones es el río y las personas que lo forman son el agua. Las personas cambian, pero el río permanece. El cauce ya está trazado.
Lo hemos dicho en muchas ocasiones: VxT no responde a una determinada ideología. Somos un grupo de personas muy diversas que coinciden en un interés: Torrelodones. Estas personas estamos unidas por unos objetivos comunes centrados en la vida municipal y con unas coordenadas claras de lo que somos, de lo que creemos y de lo que queremos. Todo esto se recoge perfectamente en nuestro decálogo incluido en nuestro programa y que constituye las señas de identidad y las directrices que marcan nuestra manera de actuar.
Siempre hemos creído que hay que romper esa dinámica de los partidos tradicionales que se ha traducido en un progresivo alejamiento de la ciudadanía y que ha situado a nuestra clase política en el segundo puesto del ranking de los problemas que más preocupan al conjunto de la población. Los ciudadanos no debemos resignarnos al papel de meros votantes a los que se manipula sin pudor. Cada vez más necesitamos alimentarnos de realidades, queremos ser parte de esa realidad y contribuir a construirla y transformarla. Para ese empeño nada mejor y cercano a las personas que la vida municipal. Por eso estamos aquí y ese es el objetivo con el que nacimos implicándonos en un proyecto colectivo.
Sin duda, es necesario perseguir el bienestar físico de todos los que aquí vivimos, lo cual vendrá dado por tener cubiertas las necesidades fundamentales. Pero hay que perseguir también el bienestar social fomentando lugares de encuentro e introduciendo valores culturales, de movilidad, de asociación, de participación y de información. Pero, además, es vital para nosotros algo que normalmente se olvida, el bienestar psíquico, generado por el descanso, el sosiego, el recreo, la seguridad, la empatía, o el apoyo y la atención a los que lo necesitan. Por ello seguimos empeñados en introducir la receptividad, la amabilidad, la solidaridad y la sonrisa en la vida pública, siempre con una atención muy especial a la infancia y a los más mayores. En definitiva, es nuestro empeño añadir el factor humano a la política y, por eso, siempre hemos dicho que no somos políticos sino vecinos.
Desde el principio hemos sustituido las actuaciones grandilocuentes y las inauguraciones solemnes por los pequeños logros diarios y una administración eficiente, rigurosa, cercana, amable, justa, honesta y participativa, ajustada a los límites que impone el presupuesto.
La hoja de ruta está trazada con claridad en nuestro programa electoral. Poco a poco, paso a paso, sin alharacas y sin hacer ruido, aquí seguimos, con convicción y trabajando sin desmayo para seguir construyendo el Torrelodones que todos queremos. El futuro nunca deja de iniciarse.
Decálogo Vecinos por Torrelodones
1.- Promover la tranquilidad, el sosiego, la afabilidad y el aire limpio frente al estrés, las prisas, la agresividad y la contaminación.
2.- Aplicar la máxima eficiencia en el uso de los fondos públicos, que no son propiedad de los políticos sino de los ciudadanos.
3.- Huir de pensamientos únicos, de dogmas, de ideas preconcebidas y de disciplinas de partido que vengan de arriba o del más allá.
4.- Perseguir la sostenibilidad ambiental y la equidad social.
5.- Ajustar el desarrollo a los límites físicos y biológicos del municipio, con la única finalidad de mejorar su calidad de vida y de ocupación.
6.- Aplicar una política distinta a la ofrecida por los partidos tradicionales, con unas prioridades y una escala de valores diferente.
7.- No resignarnos a que los vecinos desempeñen el papel de meros consumidores reivindicando su condición de ciudadanos. La pasividad política no es una buena opción para mejorar las cosas.
8.- Tolerancia cero a la corrupción y las corruptelas, promoviendo la máxima transparencia en las actuaciones públicas.
9.- Huir de mensajes simplistas del tipo “conmigo o contra mí” buscando puntos de encuentro con el resto de los partidos y grupos sociales.
10.- Fomentar el pensamiento crítico y reconocer en la discrepancia una fuente de enriquecimiento.