Hoy charlamos con Jesús Moreno, concejal de Comunicación, Atención vecinal y Calidad, segundo teniente de alcalde y portavoz del grupo municipal de Vecinos por Torrelodones. Este periodista de (casi) cincuenta años dio el salto a la política local hace apenas un año, después de 26 años de experiencia en medios de comunicación y plataformas de vídeo online.
¿Qué te trajo a Torrelodones?
Va a sonar cursi, pero es la realidad: el amor. En 2001 conocí a Yolanda, la que ahora es mi mujer y que ya era vecina de Torrelodones. Antes de conocerla apenas había estado aquí un par de veces. Pero desde ese momento empecé a venir cada vez más a menudo y a enamorarme, no sólo de ella, sino también del pueblo. Y los lazos fueron creciendo. Sobre todo, el nacimiento de mis tres hijos, todos ellos torresanos, marca un antes y un después en mi relación con Torrelodones y en mi forma de mirar sus calles, su entorno natural, sus servicios…
¿Qué es lo que más te gusta de Torrelodones?
El equilibrio. Cómo conserva cierto aire de pueblo mientras tiene servicios de municipio más grande. Cómo estás en mitad de la naturaleza y al mismo tiempo en la mismísima A6 y con conexión también por tren. Ese equilibrio entre lo antiguo y lo moderno, entre lo natural y lo urbano… Creo que eso nos hace especiales. Torrelodones es un municipio único y tenemos que sentirnos muy orgullosos. Eso lo percibimos cada vez que nos reunimos con alcaldes y concejales de otros pueblos. El año pasado, cuando fuimos al encuentro mundial de Ciudades Amigas de la Infancia en Colonia, tuvimos una experiencia maravillosa: nos paraban de muchísimos pueblos y ciudades porque conocían nuestros proyecto, nuestros logros… Fue un subidón de energía y de orgullo enorme.
Y el salto a la política, ¿lo tenían en la cabeza hace mucho tiempo?
No, en absoluto. Conocía el proyecto de Vecinos por Torrelodones, me gustaba su enfoque y todo lo que se había hecho durante esos años. Era votante, pero jamás se me hubiera pasado por la cabeza meterme en esta aventura. La verdad es que la política siempre me ha gustado. Soy un ciudadano curioso e implicado, pero, hasta ese momento, desde una cierta distancia. Conocí a Alfredo García Plata, el actual alcalde, y surgió una conexión humana y personal que, fue haciéndose muy fuerte. Me fui implicando poco a poco, colaborado con el grupo de renovación que se había creado en el partido para favorecer la transición, ayudando en la campaña electoral y, casi sin darme cuenta, fui asumiendo cada vez más responsabilidad hasta encontrarme en mi posición actual. Y la verdad, visto ahora, creo que tomé la decisión correcta.
¿Cómo desconectas de las obligaciones diarias?
Principalmente con mi familia, pero también con la lectura, con el cine… Una de mis pasiones es escribir e intento hacerlo manteniendo una cierta rutina de escritura, aunque solo sea como ejercicio de relajación. Escribo de todo un poco: relatos, poesía… Incluso tengo una novela inacabada en algún cajón de casa.
De las concejalías que llevas, ¿cuál es tu ‘ojito derecho’?
Para mí, Comunicación y Atención Vecinal son las dos caras de una misma moneda. No se puede comunicar sin escuchar, y a través del contacto directo con los vecinos recibes la información necesaria de los temas que preocupan, de cómo reciben las diferentes informaciones que salen de nuestro Ayuntamiento, etc. Me es muy difícil tener una preferida, como tampoco lo puedo hacer con mis hijos. Cada concejalía tiene sus peculiaridades y todas son necesarias.
¿Qué te atrajo más de un partido como Vecinos por Torrelodones?
Lo que hizo el anterior equipo de gobierno fue crear una marca asociada a Torrelodones, con unos determinados atributos y una forma de comunicar que resultó muy novedosa, cuidando mucho la imagen y con un cierto punto aspiracional. Me sorprendió y atrajo en igual medida. Ahora estamos en otra etapa, una etapa en la que esa imagen debe seguir consolidándose y en ello estamos.
Eres lo que haces, no lo que dices que vas a hacer. Es imposible crear una marca si no hay producto y Vecinos Por Torrelodones es, sobre todo, hacer, y hacer, como nos gusta enfatizar, paso a paso.
¿Cuál es tu reto más inmediato?
Estamos trabajando en mejorar y modernizar las fórmulas y la tecnología que hay detrás del servicio de atención vecinal. Como Ayuntamiento queremos romper los silos y crear un sistema de atención vecinal más transversal y centrado en el vecino. Darle la vuelta al espacio físico, a la organización, a los recursos humanos y a la tecnología para llevarlo a cabo. Lo vamos a hacer con un enfoque moderno, un enfoque del siglo XXI.
¿Y tu faceta como portavoz?
Pues al principio creía que iba a ser la parte que menos atraería de mi trabajo. Y, sin embargo, con el tiempo le vas cogiendo el gusto a los Plenos y a la negociación con el resto de grupos políticos y me siento muy cómodo en esta función.
En búsqueda del bien común
¿Cómo te gustaría ser recordado?
Como alguien que aparcó durante unos años su carrera profesional para trabajar por y para sus vecinos, para luego volver a su vida laboral anterior muy satisfecho del trabajo bien hecho. Que me identifiquen como un servidor público que supo escuchar, pero no con una escucha meramente apreciativa, sino una escucha empática, la que se pone en el lugar del otro; una escucha analítica, que pretende extraer concusiones de la conversación y que busque resultados.
Si tuvieras una varita mágica, ¿qué pedirías?
Después de haber vivido el impacto de la crisis del COVID19 en primerísima línea, salgo con un mantra: sólo haremos cosas si remamos todos en la misma dirección. Podemos criticar, aportar, discutir, pero es importante que haya una lealtad entre los grupos políticos; una lealtad con y hacia los vecinos… Y que todo lo que hagamos lo enfoquemos en la búsqueda de un bien común. No sé si estoy siendo muy ambicioso y si la varita puede ser tan generosa, pero eso es lo que me gustaría.
