Vecinos por Torrelodones

La presencia de jabalíes en nuestro entorno se ha hecho evidente en los últimos meses y ha saltado a las páginas de noticiarios y redes sociales, creando grandes debates, unas veces más documentados que otras, y provocando una clarísima dejación de responsabilidades por parte de la Comunidad Autónoma de Madrid responsable exclusiva en materia de gestión de especies […]

jabalies en nuestro entorno
La presencia de jabalíes en nuestro entorno se ha hecho evidente en los últimos meses y ha saltado a las páginas de noticiarios y redes sociales, creando grandes debates, unas veces más documentados que otras, y provocando una clarísima dejación de responsabilidades por parte de la Comunidad Autónoma de Madrid responsable exclusiva en materia de gestión de especies cinegéticas.
Las poblaciones de estos animales están aumentando año tras año de una forma sostenida e, incluso, en ocasiones, explosiva. Hemos llegado a ver imágenes de piaras en playas de la Costa Brava en pleno mes de agosto. Y, obviamente, en Torrelodones en donde se han visto jabalíes no sólo en las proximidades de los espacios urbanos, sino en los propios parques y espacios verdes de los Peñascales e incluso en las calles y parques pueblo o la Colonia.
Tener la naturaleza a la puerta de nuestras casas es un lujo. La naturaleza incluye no sólo preciosos encinares sino también sus moradores. Desde los años ochenta, las poblaciones de jabalíes no han dejado de crecer. En el año 1981 se cazaron en nuestro país menos de 50.000 jabalíes, mientras que en 2011, el número de ejemplares abatidos supera con creces los 200.000.
El jabalí tiene una elevada capacidad de adaptación a diferentes hábitats, ya sea en territorios a nivel del mar como en zona de montaña. De dieta omnívora, tiene una gran capacidad reproductiva, con gestaciones durante prácticamente todo el año. Lo únicos depredadores del jabalí son los lobos y los cazadores, por lo que los enemigos naturales son realmente menores en comparación con el número de piaras que encuentran tranquilidad en los espacios forestales abandonados o en campos de regadío en donde encuentran fácilmente alimentación.
Actualmente, la gran amenaza del jabalí ibérico es el incremento de cerdos vietnamitas que hibridan con ellos y ponen en peligro su pureza genética, o las sueltas de ejemplares centroeuropeos que pueden llegar a poner en riesgo la salud de las poblaciones ibéricas al aumentarlas y hacer posible la prevalencia de enfermedades hasta el momento ausentes en España como la peste porcina.
jaba1Cualquier desequilibrio que se produce en los ecosistemas tiene efectos inicialmente nocivos para el sistema y para todo lo que le rodea.
Uno de los efectos del aumento de las poblaciones de jabalíes en nuestro entorno es el riesgo para la seguridad vial ya que son numerosos los cruces de familias en calles, vías urbanas, carreteras e, incluso autopistas.
Ante esta situación lo más importante es tener claro que, durante las próximas décadas, el problema va a seguir existiendo, que los jabalíes tiene cada vez menos miedo del ser humano pero que, aun así, un jabalí asustado puede ser muy peligroso. Es imprescindible profundizar en el conocimiento de la especie y de las poblaciones de nuestro alrededor, así como de la evolución de su comportamiento.
En Torrelodones se ha puesto en marcha una campaña de concienciación basada en 10 puntos:
1.- Ser conscientes de que hay una gran población de jabalíes en los montes que rodean Torrelodones.
2.- Reducir la velocidad en las calles y carreteras en las que hay frecuente presencia de jabalíes.
3.- No acercarse a ellos para hacerse fotos o por cualquier otra razón.
4.- No asustar al animal, ni permitir que los perros los acosen.
5.- No correr ante la presencia de un jabalí.
6.- Mantenerse a cierta distancia del animal y dejarles una vía de escape en caso necesario.
7.- No facilitarles alimento.
8.- No abandonar bolsas fuera de los contenedores, basureros y otros puntos de recogida de residuos.
9.- Avisar a Policía Local y colaborar con ellas.
10.- Respetar la señalización que localiza puntos negros en carreteras.
Ante esta situación, hay que asumir que la excesiva presencia de jabalíes es un problema para cualquier municipio. Lo es para los ecosistemas y lo es también para los que vivimos en contacto con espacios forestales. Por ello es preciso abordar los riesgos y conflictos que se generan y buscar soluciones de una forma consensuada, colaborativa y responsable.
 
 

Publicaciones relacionadas