Como reza en el título de este post, la difícil tarea de conciliar ocio y descanso, zonas comerciales de gran bullicio y zonas residenciales resulta siempre del todo complicada, más cuando los intereses protegidos de ambas realidades se contraponen buscando lo opuesto cada una de ellas. ¿Cómo poner en una balanza la necesidad de un comercio saneado con ocio y restauración en el centro del pueblo y un núcleo residencial que gozan de la mejor comunicación y de la cercanía de servicios? ¿Cómo pueden desarrollarse de forma pacífica cuando los intereses de ambos en determinadas situaciones son totalmente opuestos y entran en claro conflicto?
Que un municipio como Torrelodones debe apostar por el comercio local y por su sector de servicios como fuente de crecimiento, empleo y desarrollo a todos los niveles es un hecho indiscutible, sin que ello haga perder la esencia residencial de nuestro pueblo, dividido por una carretera nacional de gran transito que siempre ha definido, de alguna manera, dos Torrelodones con peculiaridades diferenciadas. La colonia es una zona exclusivamente residencial, pequeños comercios y principalmente casas particulares y chalets adosados; mientras que en el pueblo vemos un ambiente variado, con pisos, urbanizaciones más pequeñas y chalets adosados más accesibles y dinámicos. No obstante, esta cuestión no debe ser contrapunto de la otra, ya que cuando los intereses y necesidades de sosiego y descanso de las personas entra en conflicto con la actividad lúdica y de ocio que se pretende tener en el municipio, de la que muchos disfrutamos y que forma parte del desarrollo local y económico, llega la gran pregunta: ¿eliminamos la actividad hostelera de nuestro municipio para respetar el descanso de los residentes en las zonas más céntricas de nuestro pueblo o no? Hay opiniones para todos los gustos.
Entramos en la época estival, con largas tardes de sol y noches cálidas en las que disfrutar de una cena o refresco al aire libre, un placer para muchos, mientras que para otros, especialmente si este placer se extiende hasta altas horas de la noche, se convierte en pesadilla por los ruidos y el bullicio ocasionado en las calles impidiendo un descanso saludable.
Pero, ¿cómo conciliar? No hay otra salida que y la de ocuna regulación municipal preparada para acotar horarios que hagan compatible la necesidad comercial y la de ocio de nuestro pueblo con la del descanso, siendo conscientes de las necesidades de los residentes más próximos a determinadas zonas. Actualmente, Torrelodones es uno de los municipios de la zona noroeste que tiene uno de los horarios más extensos para terrazas, bares y restaurantes en horario nocturno.
La idea es implementar criterios reglados en conjunción con todos los municipios, y sobre todo con civismo, sentido común, equilibrio y educación por todas las partes implicadas, sabiendo que en muchas ocasiones los intereses de unos y otros chocarán de manera inevitable. Pero, sin duda, siempre se puede llegar a un acuerdo, se pueden modular, ya que entre el blanco y el negro existe una gran gama de grises.