Sin duda, ayer vivimos una jornada histórica en Torrelodones. Después de 4 años de oposición y de otros 4 gobernando en minoría, Vecinos por Torrelodones consiguió mayoría absoluta, con el 50,3% de los votos, lo que supone 12 concejales. Lo más importante es que este resultado nos permitirá trabajar con más calma y con menos zancadillas.
Nuestros objetivos van a ser los mismos que recogemos en nuestro programa electoral, un programa que trabajamos durante más de un año y en el que participaron más de 1.000 vecinos, y que como el anterior se cumplirá al 100%. Nunca consideramos que esto fuera un juego ni, menos aún, que tuviéramos la victoria asegurada. Hemos sido ejemplo de que otra forma de hacer política es posible.
El primer y único debate que se ha celebrado en este pueblo, días antes de las elecciones, vino a demostrar que había más improvisación que preparación y que casi todos, por no decir todos, jugaron al juego del “papel lo aguanta todo” con afirmaciones como “lo arreglaremos con una varita mágica”, “no somos publicistas” o “yo no sé de economía”.
Los tiempos están cambiando en nuestro país, un país harto de sinvergüenzas y ladrones, de mentiras y engaños y que, por lo menos, pone la esperanza en otra forma de hacer las cosas. En Torrelodones este cambio se inició hace ya ocho años y nosotros nos sentimos muy orgullosos de formar parte de él.
Después de la alegría y de nuestra celebración nocturna (¡no podía ser de otra forma!) nos toca respirar y recuperar la calma. Han sido días duros, muy duros. Días de amenazas, de falsas acusaciones, de folletines y panfletos, más propios de los años de caciquismo que de una democracia madura.
Ahora toca mirar con perspectiva, poner encima de la mesa nuestro plan de viaje y empezar a trabajar. A nuestro equipo de años pasados se unen ahora tres personas más que, sin duda, vendrán a apuntalar el trabajo hecho y lo mucho que queda por hacer.
Es el momento de analizar todo lo que hemos hecho y cómo lo hemos hecho. Tal vez, deberemos canalizar nuestra firmeza, a menudo catalogada como prepotencia, para intentar ser mucho más empáticos en un campo de juego complicado. Seguir escuchando a los que, como nosotros, son vecinos que están preocupados por su pueblo, no por las rencillas de las centrales de los partidos ni por los compromisos de devolución de favores. Los vecinos nada más se deben a los vecinos, por algo nos hemos votado a nosotros mismos.
Queremos decir a nuestros compañeros de ruta que, aunque en minoría, tendrán mucho que aportar siempre y cuando su único objetivo, como el nuestro, sea siempre Torrelodones. No admitiremos juegos de poder ni ramalazos cortijeros porque en nuestro municipio eso ha pasado a la historia.
Intentaremos hacerlo lo mejor posible. Cualquier gobernante debe tener prudencia y templanza, más con una mayoría absoluta, y ser extremadamente cuidadoso con estas virtudes. Ahora es más importante que nunca que hagamos todo lo posible por buscar el máximo consenso también con aquellos vecinos que no nos han votado, para demostrar, una vez más, que el bien común es un bien también para ellos.
Nos hemos presentado por amor a Torrelodones y con vocación de servicio y nuestra intención es no convertirnos en personas poderosas que pierden la razón.
Queremos también desde aquí dar la enhorabuena a todos aquellos vecinos que, como nosotros, confiaron en el trabajo en equipo para presentar candidaturas en sus municipios y que, de una manera u otra, han salido elegidos. Son los primeros pasos para conseguir cambiar las cosas desde dentro, eso sí, con mucho esfuerzo y no menos sin sabores, pero con mucha satisfacción.
Torrelodones amanece de nuevo y nosotros felices de haber contado con el apoyo y la confianza de muchos, muchísimos vecinos. Sólo queremos una ciudad bien gestionada, amable, sostenible y feliz. Todos juntos lo vamos a conseguir.
Nunca serán suficientes los agradecimientos. Gracias de corazón.
GRÁFICOS: EL PAÍS.