Los Torresanos tenemos la suerte de poder disfrutar de muchos lugares donde pasear y tomar contacto con un entorno natural rico y muy variado, La Senda de la Jara y el Lodón es uno de esos lugares en los cada estación del año, nos sorprende con los cambios que se van produciendo. Las flores, los colores de los árboles, la luz en cada momento del día, la caída de las hojas en las especies de hoja caduca, las huellas de los animales que merodean por la zona, el olor a jara que nos acompaña en el recorrido. La Senda, situada en el Monte de Los Angeles, comienza en la Avenida de la Dehesa, tiene una distancia de 1.800 metros, discurre entre los 870 m. y los 900 m. de altitud y forma parte del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. Fue diseñada hace años por la Escuela Taller «La Jara y el Lodón» y hoy es un lugar de paseo habitual entre muchos vecinos.
Es como si la naturaleza hubiera concentrado en un pequeño espacio toda la riqueza natural de nuestro entorno dándonos la oportunidad de poder observar la variedad y cantidad de detalles que nos ofrece esta Senda y los habitantes y visitantes de Torrelodones tienen el privilegio de contar con este espacio casi en el centro del pueblo
Es también ideal para pasear con niños ya que no tiene demasiada dificultad. Se puede convertir en un lugar de juego y descubrimiento para conocer una buena variedad de árboles y arbustos típicos del bosque mediterráneo…mucha jara, si. Pero también enebro, sauce, chopo, fresno, encina, mesto (una mezcla entre la encina y el alcornoque) y un espléndido ejemplar de alcornoque ante el que merece la pena detenerse para contemplar su majestuosidad, su particular corteza o esa pequeña casita para pájaros que alguien colocó en una de sus ramas. Otra de las particularidades del recorrido es un bosquete de arce (en otoño se puede distinguir fácilmente por el color de sus hojas), único en todo el Monte de Los Angeles y cuyo ejemplar más grande se encuentra a orillas de la Charca Pequeña también llamada Charca del Arce.
El Palacio del Canto del Pico esta presente durante gran parte del recorrido sobre la montaña de granito a una altura de 1.011 metros. Los atardeceres en esta zona suelen mostrar una bonita gama de colores que van desde el rosa, cuando el sol se refleja en las piedras graníticas, a la variedad de verdes de los árboles y el azul intenso del cielo. Un espectáculo digno de ver y al alcance de la mano muchos días del año.
Es una pena que nos encontremos en estos lugares envases tirados en el suelo, de vidrio o de plástico, latas, etc. Cuidar nuestro entorno debería ser un compromiso de todos. Se trata habitualmente de una minoría pero habrá que conseguir que esa minoría sea, cada vez, más minoritaria. En cualquier caso si vas a pasear por la zona y llevas una bolsa vacía tendrás la oportunidad de retirar alguno de los desperdicios de esa minoría y, entre todos, lo mantendremos más limpio.
Hemos encontrado este vídeo publicado en febrero de 2012 en el blog de El Taller del Atico que hace un recorrido por esta preciosa Senda