Vecinos por Torrelodones

La madurez de una sociedad se mide, entre otras cosas, por su grado de compromiso con el sistema común, del mismo modo que la eficacia de sus gobernantes se debería medir, además de en ese mismo estadio, en otras dimensiones, como son la honestidad, la transparencia real y no la que nos están intentando vender […]
La madurez de una sociedad se mide, entre otras cosas, por su grado de compromiso con el sistema común, del mismo modo que la eficacia de sus gobernantes se debería medir, además de en ese mismo estadio, en otras dimensiones, como son la honestidad, la transparencia real y no la que nos están intentando vender y que no vas más allá de un simple enunciado y la asunción de responsabilidades.
La legitimidad que da la constatación del cumplimiento de las promesas lanzadas es la única credencial que los grupos políticos a los que la ciudadanía concede su apoyo cuando se les exija responsabilidad. Alejarse de las promesas que lleva en volandas al poder, supone traicionar uno de los pilares básicos sobre los que debe asentarse toda democracia seria: La Verdad.
En Vecinos por Torrelodones nos equivocaremos, por supuesto, porque en nuestra condición humana todos llevamos el error implícito, pero, desde luego, nadie podrá echarnos en cara jamás, que no cumplimos con nuestros compromisos y que no dedicamos el máximo esfuerzo en sacar adelante nuestras promesas electorales.
Este no es un mensaje cargado de fácil y ordinaria demagogia, lanzado al aire sin ningún aval, no. Si alguno de ustedes conserva aún el programa con el que nos presentamos a las elecciones pasadas no tiene más que releerlo y comprobar si estamos siendo fieles a nuestras promesas y si no es así, recriminárnoslo.
Hemos de hacer constar, si queremos ser justos con nosotros mismos y sin ningún ánimo de agraviar a nadie, que además de hacernos cargo de nuestros propios compromisos, hemos tenido que subsanar, ordenar, redirigir y coordinar una herencia municipal caótica y viciada. Era nuestra responsabilidad y por supuesto, la hemos asumido, porque éramos conscientes que también entraba dentro de nuestras responsabilidades de gobierno, pero, precisamente por eso, no dejan de sorprendernos determinadas actitudes tomadas desde la oposición en más de una ocasión.
La máxima que en el seno de nuestra formación nos repetimos una y mil veces no es otra que la obligación que tenemos de ser fieles a nuestros propios principios y leales a nuestra propia razón de ser: El compromiso ineludible que adquirimos con nuestros conciudadanos cuando decidimos presentarnos como alternativa al gobierno de Torrelodones. Pueden estar seguros que trabajamos para no defraudarles y para no defraudarnos a nosotros mismos.
Boletín de Abril de Vecinos por Torrelodones
 

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